¿Desde dónde estoy influyendo hoy?

Artículos GROW.

Escritora

Maria Gamboa

  • Líder Master GROW
  • Líder en gestión del talento humano con enfoque en integridad y empatía

  • Coach y escritora reconocida por su impacto transformador

  • Autora bestseller en múltiples categorías de desarrollo personal

  • Voz destacada en liderazgo femenino y empoderamiento

  • Creadora del podcast En Contraste, reflexiones sobre migración y propósito

  • Promotora del liderazgo auténtico, consistente y al servicio de otros

Durante mucho tiempo hemos vivido bajo una realidad que nos preparó para creer que influir, o liderar implicaba hacerlo todo. Tener claridad estratégica, sensibilidad humana, capacidad de decisión, habilidades técnicas, gestión emocional, y además, ser fuente constante de inspiración. Pero ese modelo, tan exigente como idealizado, ha empezado a desdibujarse.

Hoy entendemos que quien influye no necesita abarcarlo todo, sino reconocer qué posibilidades puede proveer desde su lugar y cuantas puede reconocer en su equipo, en su entorno sin importar la dimensión. A veces será una visión clara, otras, una pausa o una pregunta oportuna. Lo cierto es que no se trata de encajar en un molde, sino de asumir conscientemente el impacto que tenemos, porque lo tenemos, y cómo podemos convertirlo en aporte real.

La influencia no solo habla en voz alta. No exige desmedidamente. Por lo contrario advierte, eleva, simplifica. No siempre ocupa los primeros lugares. Muchas veces ocurre en conversaciones pequeñas, en decisiones silenciosas, en la forma de sostener lo importante cuando nadie a primera vista lo percibe. Allí también se transforma.

Es momento de preguntarnos:
– ¿Desde dónde estoy influyendo hoy?
– ¿Qué tipo de cambio me gustaría provocar con mi forma de estar presente?
– ¿Qué posibilidades puedo generar, sin imponer, para que otros también se atrevan a hacerlo distinto?

No todas las personas ejercen su liderazgo desde la exposición. Lo que sí es común es el deseo de ser parte de una realidad más íntegra, más humana. Para eso, no basta con conocer herramientas: se requiere intención.

Cuando dejamos de perseguir el ideal de hacerlo todo, y en cambio elegimos con honestidad desde dónde sí podemos aportar, nos volvemos referentes más creíbles. Influimos sin prometer fórmulas, y al hacerlo, facilitamos nuevas formas de mirar lo que antes parecía inamovible.

Al final, no se trata de ocupar todos los espacios, sino de sostener con coherencia el nuestro. Y desde ahí, abrir posibilidades donde antes solo había exigencia.

Mariale Gamboa Bucarito
Lic Gerencia y Negocio | Coach | Escritora.
Creadora de espacios de Conexión

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